sábado, 21 de mayo de 2022

Semana 8: 19 a 25 de febrero - Evento Meteórico del Ordovícico

 


Semana 8 – Evento Meteórico del Ordovícico

Cuando un cuerpo atraviesa nuestra atmósfera terrestre, la fricción, la presión y las reacciones químicas de los gases que la conforman calientan el objeto y lo hacen encandecer; los fragmentos que logran llegar a la superficie terrestre se conocen como meteoritos. Hay dos tipos de meteoritos en la Tierra: las sideritas, formados principalmente de hierro, y las condritas, que son meteoritos no metálicos. Las condritas son fragmentos de asteroides, cuerpos celestes que se formaron durante los orígenes del Sistema Solar como producto de la acreción de minerales que antecede a la formación de un planeta; es decir, los asteroides no alcanzaron la masa crítica para formar un planeta.

Las condritas representan el 85% de los meteoritos descubiertos en la superficie terrestre, y dado su origen, son cruciales para entender el origen del Sistema Solar. De acuerdo con la composición química, existen tres grupos de condritas: condritas H (con un contenido de entre 25 y 30% de hierro puro, y 15-19% e una aleación de níquel-hierro), condritas L (compuestos de olivino, feldespato y un 4-10% de aleación de níquel-hierro) y condritas LL (con un 19-22% de hierro y 26-32% de olivino). Estas composiciones constantes sugieren que estos meteoritos son los restos de tres asteroides distintos.

En las condritas L se tienen evidencias de impacto, por lo que se ha hipotetizado que hace 470 millones de años dos asteroides colisionaron y desprendieron fragmentos que salieron propulsados fuera del cinturón de asteroides. Hasta ahora, uno de los candidatos a ser la fuente de las condritas L es el asteroide 8 Flora, de 146 kilómetros de diámetro, uno de los asteroides más grandes del anillo interior del Cinturón de Asteroides y descubierto el 18 de octubre de 1847. La colisión entre el cuerpo parental de condrita L y otro asteroide se ha estimado como la más grande hasta ahora.

sábado, 7 de mayo de 2022

Semana 7: 12 a 18 de febrero - La Revolución del Plancton

 

Microplancton marino, parte del contenido de una inmersión de un salabre (red usada para pescar) fotografiado a bordo del barco Oscar Elton Sette de la NOAA frente a Kona, 20 de septiembre de 2006. La imagen contiene diversos organismos planctónicos, que van desde cianobacterias fotosintéticas y diatomeas hasta muchos tipos diferentes de zooplancton, que incluye tanto holoplancton (residentes permanentes del plancton) como meroplancton (residentes temporales del plancton, por ejemplo, huevos de peces, larvas de cangrejo, larvas de gusanos). David Liittschwager, CC BY SA 4.0.

Semana 7 – El Evento Global de Diversificación del Ordovícico

La fauna del Cámbrico no se parece en nada a lo que tenemos en los mares actuales, por lo que tiene sentido que nos sintamos fascinados con las formas tan extrañas que poblaron los mares cámbricos. Pero es durante el Ordovícico que los mares comienzan a parecerse a lo que vemos ahora. El Evento Global de Diversificación del Ordovícico (GOBE) no es como tal un evento único, sino un patrón de diversificación que se observa en todos los continentes y en varios pulsos. Gondwana, Laurencia, Siberia, Báltica y el Norte de China son masas continentales separadas por mares muy profundos; la mayor parte de la vida está confinada a las plataformas continentales, por lo que las faunas en cada plataforma son diferentes y con un gran nivel de endemismo.

El plancton del Cámbrico es muy diferente en composición al plancton del resto del Paleozoico. En términos taxonómicos, el plancton se divide en dos grupos: el fitoplancton, que incluye a los organismos fotosintéticos como las algas y las cianobacterias, y el zooplancton, que incluye a los protozoarios y a los animales. El zooplancton se divide a su vez en dos tipos, el holoplancton, que incluye a organismos cuyo ciclo de vida ocurre completamente en el plancton, y el meroplancton, que incluye a los organismos que pasan algún estadio de su vida en el plancton, como huevos o larvas. En el Cámbrico, el fitoplancton se compone de cianobacterias, algas y algunos organismos como radiolarios, protozoos con esqueletos minerales que han establecido endosimbiosis con algas, mientras que el zooplancton es dominado por artrópodos, como los bradóriidos, ostrácodos, los agnóstidos (como holoplancton), mientras que trilobites, radiodontos y cefalópodos tienen estadios que forman parte del plancton (meroplancton). Los bradóriidos parecen haber desaparecido del plancton debido al evento SPICE.

En el Ordovícico, el zooplancton cambia radicalmente, por ejemplo, tenemos más trilobites adaptados a nichos en el plancton, mientras que los graptolites y los artrópodos filocáridos se vuelven parte del zooplancton. Aparecen y rápidamente se hacen comunes en el plancton unas testas con forma de botella conocidas como quitinozoos (Chitinozoa); por mucho tiempo, estos fósiles se identificaron como amebas, hongos, plantas, huevos de gasterópodo y protistas, pero en 2020 se descubrieron testas pequeñas dentro de otras más grandes, sugiriendo reproducción asexual y confirmando que se trataban de un grupo desconocido de protistas. Uno de los cambios más drásticos es el incremento de zooplancton alimentándose de fitoplancton, además de larvas de artrópodos alimentándose de zooplancton. El incremento en la depredación desencadenó un evento de diversificación del fitoplancton.

Microfotografía electrónica de un quitinozoo, Sphaerochitina, del Silúrico de Gotland, Suecia. Verisimilus CC BY 2.5