Echiniscus succineus. Microfotografía electrónica. |
Una misión espacial regresa a la Tierra; es miércoles 26 de septiembre de 2007 y la cápsula espacial Foton-M3 reingresa a la atmósfera tras haber estado 12 días en la baja órbita de la Tierra. 65 ingenieros y científicos de las estaciones terrestres de Esrange, en Kiruna, Suecia, y el centro de control TsUP de Moscú, Rusia, monitorearon la cápsula que fue lanzada el viernes 14 de septiembre en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán.
La cápsula ingresa a Tierra con éxito, en un área
inhabitada cerca del pueblo de Kustanay, Kazajstán, muy cercano a la frontera
con Rusia. Son las 13:58 y los ingenieros y científicos esperan ansiosos los
resultados de 43 experimentos europeos que involucraron la física de fluidos,
biología, el crecimiento de los cristales, la exposición a la radiación y la
exobiología. Uno de esos experimentos involucraba a unos peculiares animales
que son comúnmente conocidos como Ositos de Agua.
La gente suele reconocer a los Ositos de Agua debido
a que en estos últimos meses muchos sitios de actualidad han dedicado un
espacio a las fotografías con microscopio electrónico de estos animalitos, cuyo
nombre científico es el de tardígrados. Este artículo es una historia sobre
unos peculiares astronautas animales que fueron al espacio y regresaron.
Descubrimiento
La primera persona que vio al microscopio uno de
estos animales fue el zoólogo alemán Johann August Ephraim Goeze (1731-1793)
que dedicó parte de su vida a estudiar invertebrados acuáticos. En sus
observaciones de insectos y gusanos, descubrió la existencia de unos organismos
peculiares que se movían como si fueran osos acuáticos microscópicos. El nombre
que dio a estos nuevos animales fue el de Kleine Wasser-Bären, que en
alemán significa «ositos de agua». Lo que Johann Goeze observó fueron pequeños
animales que alcanzaban hasta 1.5mm de longitud, con una estructura oral muy
peculiar y lo que parecían ser pequeñas garras al final de cada una de sus ocho
patas.
Al descubrimiento de estas criaturas en 1773 en la
ciudad de Quedlinburg, le siguió la investigación que realizó el naturalista
italiano conocido como el biólogo de biólogos, Lazzaro Spallanzani (1729-1799),
quien asignó el nombre de Tardigrada, que en latín significa «de paso
lento», en 1777. El lugar de donde era más fácil obtener tardígrados era en los
líquenes y musgos, razón por la cual recibieron su nombre en inglés de moss
piglets, «puerquitos del musgo» (Romano, F. A. III, 2003)
Desde 1778 hasta el día de hoy se han identificado
más de 1150 especies de tardígrados y su biología es una de las más fascinantes
dentro de todos los animales.
Hypsibius dujardini, microfotografía electrónica por Bob Goldstein y Vicky Madden. 2008. CC BY-SA 3.0 |
¿Qué es un tardígrado?
Los tardígrados son pequeños animales que tienen
forma de barril, recubiertos por una delgada cutícula no calcificada[1] que
usualmente presenta ornamentaciones. Sobre el dorso hay ciertas placas o
engrosamientos sobre cada uno de los cuatro segmentos del animal, mientras que
hacia el vientre se encuentran ocho apéndices locomotores conocidos como
lobopodios, pues más que depender de un sistema muscular, dependen de la
presión hidrostática para mover al animal. El vientre no parece tener esos
endurecimientos de cutícula.
La boca de estos animales se caracteriza por poseer
estiletes con los que ingiere su alimento. El color del animal depende
usualmente del contenido alimenticio almacenado en su tracto digestivo, además
de algunos pigmentos cuticulares o cuerpos granulares en su cavidad interna. La
alimentación de los tardígrados se basa en células vegetales, algas, pequeños invertebrados
como rotíferos u hongos. Los estiletes perforan las células y permite al
tardígrado absorber el contenido. La boca desemboca en una faringe muscular, de
ahí el alimento pasa a un esófago corto y luego a un intestino que ocupa la
mayor parte de la cavidad corporal, donde tienen lugar la digestión y la
absorción. El intestino abre hacia un recto y desemboca en un ano.
La cavidad interna es muy reducida, formada por
paredes corporales compuestas de bandas musculares, que usualmente incluyen una
o pocas celulares musculares por banda. A esta cavidad se le conoce como
hemocele[2], donde
desemboca el sistema circulatorio que derrama su contenido en la cavidad.
Poseen un sistema nervioso similar al de los artrópodos, donde cada segmento
posee una ramificación nerviosa. El primer ganglio es dorsal, de gran tamaño y
corresponde a un ganglio cerebral; este ganglio ramifica y continúa hacia el
vientre, llegando a otro ganglio debajo del esófago, de modo que el resto del
sistema nervioso se encuentra en el vientre. Por el contrario, el sistema
circulatorio se encuentra dispuesto en el dorso. En los vertebrados la
configuración es al revés, nuestro sistema nervioso tiene posición dorsal
mientras que el sistema circulatorio tiene posición ventral. No hay un sistema
respiratorio, pues el intercambio de gases ocurre a través de las paredes
corporales y las cavidades.
Los tardígrados son animales eutélicos, que
significa que los adultos de una misma especie poseen el mismo número de
células, que pueden ser hasta 40,000. Los tardígrados crecen a través de mudas,
alcanzando la madurez sexual tras tres o seis mudas[3]. En
algunas especies no hay defecación y los desechos se liberan al medio mediante
las mudas de cutícula. Existen pocos tipos de animales eutélicos además de los
tardígrados: los rotíferos, los gastrotricos y los nematodos, todos ellos
invertebrados, en los cuales el crecimiento sucede solamente por el
agrandamiento de las células y no por la producción de más.
La reproducción de los tardígrados puede ser
partenogenética[4]
o sexual. Las hembras pueden poner hasta 30 huevos fecundados al mismo tiempo;
en las especies acuáticas, los huevos son colocados entre la cutícula y el
cuerpo del animal, de modo que con la muda los huevos son liberados al medio.
De manera análoga a los huevos de los vertebrados terrestres, los tardígrados
terrestres ponen huevos con una capa externa engrosada que evita la desecación
de los embriones. En alrededor de 14 días, los embriones se desarrollan y
eclosionan, utilizando sus estiletes para romper los huevos. Una vez que nacen,
el número de células permanecerá constante y no se adicionará ninguna célula
más. El crecimiento obligará al animal a mudar, produciendo una nueva cutícula
entre cada 5 y 10 días, siendo más frecuente mientras más joven es el animal.
La muda no solamente involucra a la capa exterior sino también a los epitelios
internos que se encuentran en los intestinos y otras cavidades, de modo que
durante la muda el tardígrado no come.
Tardígrado al microscopio óptico. |
Alrededor de todo el cuerpo, los tardígrados tienen órganos sensoriales, ya sean cilios o espinas similares a las sedas de los insectos, siendo más engrosados en las regiones anteriores (la cabeza y el tórax) y ventrales. Poseen dos manchas oculares en la región de la cabeza (porción cefálica), que se componen de cinco células fotosensibles que perciben los estímulos luminosos.
Los tardígrados son predadores de animales más
pequeños a los que pueden perforar con sus estiletes, sin embargo son parte de la dieta de muchos otros animales
que habitan en las briofitas (musgos), como son otros tardígrados, nematodos,
ácaros, lombrices, arañas, larvas de insectos, caracoles, colémbolos y algunos
hongos.
Comportamiento
La razón por la cual los tardígrados han inundado
con fotografías de microscopio electrónico la red se debe a un fenómeno
conocido como criptobiosis. En general, los tardígrados no viven mucho, cuando menos 3 meses y
cuando más 30 meses, pero durante este tiempo es posible que los tardígrados
experimenten un proceso de reducción de las funciones corporales y entren en
criptobiosis, viviendo más de lo que se esperaría: décadas.
Los estadios de criptobiosis requieren de un
enquistamiento, durante el cual toda actividad metabólica es mantenida al
mínimo, de modo que los tardígrados no necesitan ingerir alimento, no defecan
ni producen o consumen energía. Esto permite a los tardígrados resistir a las
sequías, y los tardígrados dulceacuícolas pueden soportar este estado hasta por
1 año. Cuando los tardígrados se enquistan, empujan sus extremidades hacia el
interior, expulsan el exceso de agua del cuerpo y secretan una cutícula doble
que les protege del medio externo, evitando la depredación.
Otras formas de criptobiosis involucran la
anoxibiosis, criobiosis, osmobiosis y anhidrobiosis, fenómenos que se
caracterizan por detener completamente la actividad metabólica. En estos
estadios no forman quistes como los anteriormente descritos, sino estructuras
con forma de tonel. La anoxibiosis es un proceso que experimentan los tardígrados
acuáticos, que se refugian con su forma de tonel cuando los niveles de oxígeno
de los cuerpos de agua decaen; sin embargo, esta forma extrema de criptobiosis
solamente puede durar hasta 3 días, pues las células requieren oxígeno para
subsistir. La criobiosis es inducida cuando las temperaturas descienden por
debajo del punto de congelación del agua, permitiendo a los tardígrados vivir
durante la congelación de sus ambientes en el invierno. La osmobiosis induce la
formación del tonel debido a un exceso de sales en el agua, de modo que este
tipo de criptobiosis elimina la salida de agua del medio e impide una
deshidratación del animal, protegiendo sus células. Finalmente, la
anhidrobiosis sucede cuando no hay agua en el medio y la forma de tonel aparece
para reducir la necesidad de agua al mínimo.
La criptobiosis es, por lo tanto, un estadio de
latencia que se induce por condiciones climáticas adversas. En los
invertebrados pequeños como los tardígrados y otros mencionados anteriormente,
los climas de una región no son tan importantes como los microclimas en que
viven, por ejemplo, en el parche de musgo en que un grupo de tardígrados
habita. Por ello, la criptobiosis se vuelve una estrategia óptima para poder
sobrevivir a tales condiciones impredecibles a nivel microclimático –como que
el parche de musgo se seque-, pudiendo reducir su tasa metabólica tan bajo como
un 0.01% y subsistiendo con el 1% del contenido de agua (Piper, 2007). Además
de los tardígrados, otros animales como los rotíferos, los nematodos y las
artemias pueden experimentar ciertos niveles de criptobiosis, aunque no tan
desarrollados como en los primeros (Watanabe, 2006).
La criptobiosis (de los vocablos griegos krypto (κρυπτός)
'escondido', bio- (βίος), 'vida' y –sis, 'acción', «la acción
de esconder la vida») es una estrategia que implica la máxima reducción
conocida de metabolismo, siendo por ello denominada a veces como ametabolismo,
si bien lo más correcto es referirse a ella como una vida en latencia. Otro
fenómeno similar es la dormancia, o hipometabolismo, que involucra una
reducción no tan drástica del metabolismo. Involucra dos fenómenos, la
quiescencia y la diapausa. La quiescencia es un estado de espera o inactividad
que algunos organismos experimentan para poderse desarrollar adecuadamente o
mientras esperan a que las condiciones del medio sean las adecuadas, que es lo
que le sucede a muchas semillas. La diapausa es más bien genética, programada
para suceder ante ciertos estímulos específicos, y terminada por otros estímulos
también específicos. En la diapausa no importa que las condiciones ambientales
sean favorables, se llevará a cabo hasta que ocurra un estímulo terminador
concreto, común en insectos que realizan migraciones largas como la mariposa
monarca (Danaus plexippus). La criptobiosis más común entre los
invertebrados es la anhidrobiosis.
Diversidad
¿Cuántos tipos de tardígrados existen? El filo se
compone de tres clases diferentes: Heterotardigrada, Eutardigrada y
Mesotardigrada. A continuación hablaremos brevemente de cada uno de estos
grupos para conocer mejor a estos animales.
Los heterotardígrados se caracterizan por poseer
apéndices cefálicos, es decir, proyecciones corporales que nacen de la porción
cefálica, además de que en sus lobopodios poseen cuatro zarpas separadas pero
con forma parecida. Se reconocen porque poseen una especie de armadura, pues
sus segmentos están endurecidos y es posible diferenciar uno del otro. La
principal característica es que su aparato reproductor está separado del
aparato digestivo; las gónadas desembocan en un ducto (denominado gonoducto)
que tiene una apertura (gonoporo) antes del ano. Es posible identificar al
macho de la hembra por la forma del gonoporo. Viven en ambientes terrestres y
marinos, sin embargo, aunque terrestres, viven sumergidos en películas de agua
y requieren que haya suficiente humedad en sus ambientes. Se han descrito 444
especies de heterotardígrados (Zhang, 2011)
Los eutardígrados carecen de apéndices laterales y
de endurecimientos de su cutícula, de modo que no es posible diferenciar sus
segmentos. Los lobopodios tienen zarpas de variada morfología, no
necesariamente con cuatro zarpas cada ni de igual forma. A diferencia de los
heterotardígrados, los eutardígrados tienen un gonoducto que desemboca en el
recto, de modo que hay una conexión entre el aparato reproductor y el
digestivo. Son en general terrestres, con unas pocas especies adaptadas a los
medios marinos, como Halobiotus. Uno de los tardígrados más grandes y
más distribuidos por todo el mundo es el eutardígrado Milnesium tardigradum,
que puede medir hasta 1.4mm y ser visto a simple vista, posee una boca grande y
es capaz de comer rotíferos y protistas grandes. Se han descrito 712 de esta
clase de tardígrados (Zhang, 2011).
Finalmente, solamente una especie no encaja en
ninguna de las diagnosis anteriores, pues posee seis zarpas de la misma
longitud en cada lobopodio. Se conoce como Thermozodium esakii, descrito
en 1937 tras haber sido recolectado de un manantial cerca de la ciudad de
Nagasaki, en Japón. Sin embargo, la especie parece haberse extinto tras un
terremoto que destruyó el manantial pues por más que se le ha buscado, la
especie ya no se ha encontrado de nuevo (Nelson, 2002). Esta especie es
clasificada en su propia clase, como el único mesotardígrado, y permanece en
estado dudoso.
La aventura espacial
Cápsula de reentrada Foton 12, en exhibición en el High Bay del Centro Erasmus del Centro de Investigación y Tecnología del Espacio en Noordwijk, Países Bajos. |
Uno de los experimentos que llevaba el vehículo Foton M3 fue el denominado TARDIS, con muchos objetivos por cumplir. Entre ellos, se buscaba averiguar si la criptobiosis podía soportar el vacío profundo, la máxima sequía posible, así como la radiación solar directa. Se buscaba, además, entender el impacto de condiciones espaciales extremas sobre las células y cómo es que las células podrían manejar el estrés de esas condiciones como fuente de conocimiento para una posible futura vida permanente en el espacio.
TARDIS consistió de dos grupos de organismos: uno
expuesto al vacío profundo y a la radiación solar, y el otro solamente expuesto
al vacío profundo. Los tardígrados llegaron al espacio en estado de
anhidrobiosis, por lo que se llevaron a las especies mejor conocidas por su
tolerancia a la desecación: Richtersius coronifer (eutardígrado),
Milnesium tardigradum (eutardígrado), Echiniscus testudo
(heterotardígrado) y Ramazottius oberhaeuseri (eutardígrado). Los
tardígrados se montaron en una plataforma especialmente diseñada para el
experimento denominada BIOPAN-6.
A su regreso, los primeros tardígrados en el espacio
fueron analizados en el laboratorio sueco. TARDIS había sido correctamente
llevado a término con BIOPAN-6 sin daños. Lo que seguía por los próximos meses
era estudiar la supervivencia de los tardígrados en criptobiosis. El equipo no
estaba interesado solamente en saber si vivían o no, sino que tuvieron que
analizar los daños en el ADN de las células. Durante el mes de noviembre de
2007, el público mostró un gran interés en el proyecto TARDIS, de tal modo que
su coordinador, K. Ingemar Jönsson, investigador en el departamento de
Matemáticas y Ciencia de la Universidad
de Kristianstand, mantenía al público al corriente de su trabajo en blog
personal. El interés en el proyecto llevó a que el Instituto Nacional de
Investigación del Genoma Humano (NHGRI, por sus siglas en inglés) en Estados
Unidos decidiera programar la secuenciación del genoma completo de una especie
de tardígrado, Hypsibius dujardini, a fin de incrementar la información
obtenible del experimento.
En septiembre de 2008, los primeros resultados se
hicieron públicos, anunciando que muchos de esos tardígrados se volvían los
primeros animales en regresar con vida tras una exposición al vacío y a la
radiación solar. La radiación cósmica nunca afectó la supervivencia o
reproducción de los organismos en las especies Richtersius coronifer y Milnesium
tardigradum, «ya fuera porque los organismos son capaces de proteger sus
células del daño que se hubiera esperado del impacto de la deshidratación
extrema del espacio, o porque son capaces de reparar el daño de alguna manera»,
escribió Ingemar en su blog.
Alrededor del 12% de los individuos de Milnesium
tardigradum logró sobrevivir a la exposición de radiación UV-A y UV-B y
recuperarse, si bien produjeron menos huevos que los individuos en tierra.
El objetivo de los experimentos en ciencia,
contrario a la creencia popular, no es responder a una pregunta en específico
sino abrir una nueva serie de preguntas. Restaba estudiar cómo es que los
tardígrados pudieron soportar la deshidratación extrema del espacio, o la
intensa radiación ultravioleta no sólo para sobrevivir sino para ser capaces de
reproducirse, entre muchas otras preguntas no solamente relacionadas con la
biología de los tardígrados sino con la de la vida en general, pues descubrir
cómo los tardígrados pudieron reparar su ADN, podría lanzar algo de luz sobre
cómo desarrollar más adecuadamente las terapias de radiación.
Se ha especulado que su lento caminar fue el
causante de la criptobiosis en estos invertebrados, pues al no poder migrar
rápidamente a lugares con condiciones más favorables, por ejemplo más adentro
en el suelo del parche de musgo, optaron por algo más arriesgado. Sin duda, los
tardígrados el interés que han despertado estos curiosos animalitos seguirá
creciendo conforme más aprendamos de su biología.
Tardígrados fósiles
El registro fósil de tardígrados comprende dos especímenes únicamente, Beorn leggi y Milnesium swolenskyi, ambos procedentes del Ámbar de Nueva Jersey. El Ámbar de Nueva Jersey, a veces también conocido como Ámbar Raritano, ya que fue encontrado en las Formaciones Raritan y Magothy, data del Cretácico tardío y se ha encontrado que contiene hongos agaricales, tallos de plantas cupresáceas e insectos dípteros. Milnesium es el tardígrado más antiguo, datado para hace unos entre hace 93.9 y 89.8 Ma, mientras que Beorn es el más reciente, de hace unos 72 Ma; ambos son eutardígrados, por lo que suponemos que los tardígrados se originaron muchísimo tiempo atrás, ya que pertenecen a grupos reconocibles en el presente. Las hipótesis más recientes sugieren que el filum Tardigrada surgió durante la explosión del Cámbrico como parte de un proceso de miniaturización. La primera hipótesis corresponde a la miniaturización de un linaje que incluye al animal del Cámbrico Aysheaia; la segunda, considera que proceden de una miniaturización ocurrida en un linaje del que forma parte Opabinia.
Del Cámbrico de Siberia se han encontrado estructuras que se han supuesto pertenecen a partes de la anatomía de los tardígrados, por lo que se han denominado como "tardigroides", pero debido a lo fragmentario de los restos y a la particularmente pobre preservación, no es posible determinar con certeza que pertenezcan a tardígrados. De ser así, el plan corporal de este grupo se habría establecido a través de la miniaturización muy temprano en la evolución animal. Evidencia molecular sugiere que los tardígrados fueron de hecho uno de los primeros grupos de artrópodos verdaderos en evolucionar, mucho antes que las demás clases de artrópodos.
Referencias
- Brusca, R., G. Brusca
(2003) Invertebrates (2nd Edition). Sunderland, MA: Sinauer Associates.
- Glime, Janice (2010)
Bryophyte Ecology: Volume 2, Bryogological Interaction. Houghton, MI:
Michigan Technological University and the International Association of
Bryologists.
- Jönsson, K. Ingemar
(2008) Tardigrades in Space (TARDIS), consultado el 23 de abril del 2013 de [http://tardigradesinspace.blogspot.mx/]
- Jönsson, K. Ingemar
(2008) Tardigrades survive exposure to space in low Earth orbit. Current
Biology, 18(7) R729 - R731.
- Nelson, D. (2002)
Current status of the Tardigrada: Evolution and ecology. Integrative and
Comparative Biology, 42(3): 652-659.
- Piper, Ross (2007),
Extraordinary Animals: An Encyclopedia of Curious and Unusual Animals, Greenwood
Press.
- Romano III, Frank A.
(2003) On Water Bears. Florida Entomologist 86(2):134-137. [http://www.fcla.edu/FlaEnt/fe86p134.pdf]
- Ruppert, E., R. Fox,
R. Barnes (2004) Invertebrate zoology: A functional evolutionary approach (7th
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- Sanchez-Moreno, S.,
H. Ferris, G. Noemi (2008) Role of tardigrades in the suppressive service of a
soil food web. Agriculture, Ecosystems, and Environment, 124: 187-192. Accessed
March 13, 2013 at http://plpnemweb.ucdavis.edu/nemaplex/FerrisPublications/pdf%20files/156Sanchez-etal2008.pdf.
- Sømme, Lauritz (1996)
Anhydrobiosis and cold tolerance in tardigrades, European Journal of
Entomology, 93:349-357. [http://www.eje.cz/pdfs/eje/1996/03/07.pdf]
- Watanabe, Masahiko (2006). "Anhydrobiosis in invertebrates". Appl. Entomol. Zool. 41(1): 15–31.
[1] La cutícula de crustáceos posee depósitos de calcio que le hacen
ser tan dura.
[2] En muchos invertebrados, la cavidad corporal está reducida, en ella
desemboca la hemolinfa, que es una mezcla entre la sangre y el líquido
intersticial. De este modo, los órganos son bañados por la hemolinfa en vez de
distribuidos a través de vasos sanguíneos, por lo que los hemoceles son el
nombre que reciben las cavidades de un sistema circulatorio abierto.
[3] El proceso de mudar se conoce como ecdisis. Todos los animales que
realizan ecdisis parecen tener un ancestro común, por lo que se engloban en un
grupo conocido como Ecdysozoa. Los ecdisozoos más conocidos son los artrópodos,
pero también se incluyen otros grupos como los nematodos y otros filos más
pequeños y menos conocidos como los priapúlidos, los quinorrincos, los
onicóforos, nematomorfos (ver galería del final) y por supuesto, los
tardígrados.
[4] La partenogénesis es un tipo de reproducción asexual donde los organismos son capaces de desarrollarse a partir de ovocitos (óvulos) no fecundados, por lo que la descendencia es un clon de los progenitores. Si el óvulo se formó de un proceso de meiosis, es decir, dividiendo el material genético del progenitor a la mitad, entonces la descendencia es un medio clon.
Una versión de este artículo fue publicada el 6 de mayo de 2014 en Revista Mito.
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