Reconstrucción de Aegirocassis, un filtrador de 2 metros de longitud que habitó los mares del Ordovícico. El peine filtrador se encuentra en la parte anterior (izquierda de la foto). Por Nobu Tamura, CC BY SA 4.0 |
Como hemos visto en el recuento hasta ahora, el Cámbrico es entendido gracias a una gran cantidad de Konservat-Lagerstätten donde se han preservado organismos con tejidos blandos y duros. Los Konservat-Lagerstätten que se han descubierto hasta ahora se depositaron en las plataformas continentales de los paleo-continentes de Laurencia y el Sur de China, en mares tropicales y subtropicales con aguas tranquilas. Sin embargo, como reportan Muscente y otros (2017), estos depósitos representan secuencias estratigráficas de la Serie 2 del Cámbrico y el Miaolingiense, mientras que son comparativamente escasos en el Terrenuviense y el Furongiense. Los Konservat-Lagerstätten reaparecen en la Formación Floresta de Argentina, las Formaciones Dol-cyn-afon y Afon Gam en Gales, y el Esquisto Fezouata de Marruecos en el Tremadociense (Ordovícico), a lo que se le conoce como “la brecha del Furongiense” (o en inglés, Furongian gap). Esta escasez de un registro fósil semejante al resto del Cámbrico nos dificulta entender cómo terminó.
Hasta hace unas décadas, se asumía que el incremento del nivel del mar y las alteraciones al ciclo del carbono producidas por la emisión continua de gases de la Provincia Ígnea de Kalkarindji, en Australia, desencadenaron una extinción a finales del Cámbrico. Sin embargo, esta interpretación podría estar sesgada debido a la escasez de un registro fósil detallado en contraste con los yacimientos previos como la biota de Chengjiang y el Esquisto de Burgess.
Semana 6 - ¿Cómo acabó el Cámbrico? (489-480 Ma)
5 de febrero, la Formación Sandu
Los Konservat-Lagerstätten se
clasifican en tres tipos según el contenido fósil y su preservación,
de acuerdo con la taxonomía propuesta por Gaines (2014). La biota de Chengjiang
y el Esquisto de Burgess son ejemplos de Konservat-Lagerstätten de tipo
1, porque se han encontrado más de cien taxones representados, con una gran porcentaje
de endemismos; en depósitos de tipo 1 se preservan tejidos blandos como los
ojos, los tractos digestivos y gran cantidad de detalles anatómicos. Los
depósitos de tipo 2, como la biota Kaili, la Formación Marjum y el Esquisto
Spence, contienen menos de 100 taxones representados y menor porcentaje de
endemismos, donde la preservación da preferencia a los tejidos duros, como los
caparazones, y hay gran abundancia de fósiles de origen microbiano. Finalmente,
los depósitos tipo 3, como la Formación Sandu, se caracterizan por tener menos
de 10 taxones representados, sin taxones endémicos, y con una preservación únicamente
de cutículas y caparazones. Esta clasificación, sin embargo, cambia conforme se hace investigación en los depósitos.
La Formación Sandu se encuentra en
Guangxi, en el Sur de China, de la que se han recuperado varios fósiles con tejidos
blandos preservados. Aunque en Sandu se han encontrado cerca de 50 géneros, todos
pertenecen a un reducido número de taxones que se han encontrado en otras
regiones: aglaspídidos, artrópodos bivalvos, graptolitos, paleoscolécidos, mollisóniidos
y cnidarios. El orden Mollisoniida pertenece al subfilo Chelicerata, y se han
encontrado mollisóniidos en el Esquisto Burgess, en el Esquisto Wheeler y la
biota Chengjiang. Los mollisóniidos tienen un escudo cefálico amplio con muescas
amplias para los ojos, poseen siete segmentos troncales con anchura similar y
pleuras subtriangulares, seguidos de un pigidio de tamaño similar al del escudo
cefálico.
Reconstrucción de Mollisonia plenovenatrix, un mollisóniido del Cámbrico medio. Por Junnn11 CC BY-SA 4.0. |
En la Formación Sandu también se encuentran fósiles del cnidario Sphenothallus, que es también común en la biota Kaili. Sphenothallus pertenece a la clase Staurozoa, que incluye medusas de hábitos sésiles. En la actualidad, solamente un orden de estaurozoos sobrevive, las estauromedusas (Orden Stauromedusae); las estauromedusas poseen un tallo que se extiende de la superficie aboral (lado opuesto a superficie que tiene la abertura oral) y el cual emplean para fijarse al sustrato. Las estauromedusas viven en aguas frías cerca de la costa. Sphenothallus pertenece a los conulados (Orden Conulatae), un orden extinto de estauromedusas con una morfología que se asemeja a las conchas, hechas de pequeñas barras de fosfato de calcio que se arreglan en una simetría tetramérica. Los conulados aparecen en el Cámbrico superior y desaparecen hacia finales del Triásico.
Manania handi, un estaurozoo del Pacífico, de la costa de California. En la fotografía se aprecia el pedúnculo que distingue a este grupo de cnidarios. HE Westlake, CC BY-SA 4.0 |
6 de febrero, la revolución del caracol
Los primeros gasterópodos aparecen a
finales del Cámbrico, con Chippewaella considerado como uno de los
primeros representantes de la clase Gasteropoda. Chippewaella se conoce por
conchas amplias de poca altura, en forma de montículo; el caparazón tiene un ápice
que apunta hacia atrás. Los gasterópodos es la clase de moluscos que incluye a
los caracoles, babosas, lapas, orejas, entre otros; se conocen alrededor de
40,000 especies (marinas, dulceacuícolas y terrestres). La concha está formada
por una única pieza cónica que crece enrollada alrededor de un eje (conocido
como columela). Los gasterópodos tienen una cabeza bien definida y un pie
desarrollado como una ventosa reptante, con un cuerpo dividido en tres
regiones: el propodio, la región anterior al pie, un mesopodio y un metapodio;
la región oral tiene una rádula, una estructura anatómica que parece lengua, cubierta
de pequeños dientes, que es utilizada para raspar y cortar comida antes de
ingerirla. A pesar de lo conservado de sus cuerpos, los gasterópodos presentan
una gran diversidad, y sus relaciones filogenéticas aún no se han establecido.
Hay cuatro grupos de moluscos que se
consideran candidatos como los primeros representantes de la clase Gasteropoda:
Helcionellida: los helcioneloidos que
conocimos el 3 de enero.
Pelagiellida: un grupo de moluscos del
Cámbrico que se han relacionado con los monoplacóforos.
Bellerophontida: fósiles del Cámbrico que
se han considerado como los primeros gasterópodos. Las conchas de los belerofóntidos
están enrolladas de manera simétrica (isotróficas), con vueltas cerradas o abiertas.
Presentan una selenizona, una pequeña abertura en la base de la concha que
poseen algunos grupos de gasterópodos modernos y en los que sirve como punto de
salida de las corrientes de agua (exhalación). No se ha podido determinar a
ciencia cierta si los belerofóntidos son gasterópodos o monoplacóforos.
Cloudia buttsi, un belerofóntido del Furogiense de Alaska (imagen de Knight et al. 1970, p. 174). |
Finalmente, Chippewaella y otros fósiles que parecen gasterópodos, que no se han podido asignar a ninguno de los grupos previos.
Lo que sabemos es que para finales del
Furongiense (Piso 10), los gasterópodos ya existían como un grupo distinto de
moluscos. En el Piso 10 del Cámbrico también se ha encontrado Matthevia,
el fósil del primer quitón (Polyplacophora). Como explicamos en la entrada que
corresponde al 11 de enero, la historia evolutiva de los moluscos se entiende mediante
dos hipótesis: Aculifera y Testaria. En Aculifera, tenemos que los quitones,
los quetodermos y los solenogástreos, todos ellos moluscos vermiformes que
viven sobre o bajo el sustrato, dieron origen a los moluscos con concha, los Conchifera
(que incluye a los gasterópodos). En Testaria, los quitones dieron origen a
todos los Conchifera. En el registro fósil, los quitones y los gasterópodos
aparecen al mismo nivel, apoyando la idea de Testaria.
Sin embargo, los neonfaliones (Subclase
Neomphaliones) son los gasterópodos vivos más primitivos, que incluye dos
grupos, Neomphalida, caracoles marinos de pequeño tamaño que viven en las zonas
abisales, y Cocculinida, un grupo de lapas (Bouchet et al. 2017), haciendo
difícil entender la transición de quitones a gasterópodo requerida en la hipótesis
Testaria.
Paratipos de Coccopigya hispida en el Museo de Historia Natural de París, un coculínido. Marie Hennion, CC BY-SA 4.0. |
7 de febrero, el fin del Cámbrico
Hacia finales del Cámbrico tenemos una
meseta en las tasas de diversificación de animales que se extiende hasta mediados
del Ordovícico, pero estas tasas son mantenidas por altas tasas de extinción y
de recuperación, y no por una baja en la tasas de especiación. Hacia finales
del Cámbrico y principios del Ordovícico, sin embargo, se detectan hasta cinco
pulsos de extinción (Adrain et al. 2009). La primera extinción del Furogiense es
la extinción de la base del Steptoense, que antecede al evento SPICE, seguida
de la extinción de la base del Sunwaptense. El tercer pulso de extinción da fin
al Cámbrico, en la base del Skullrockiense.
La base del Skullrockiense (capas identificadas en América del Norte que corresponde a finales del
Furongiense, Cámbrico, comienzos del Tremadociense, Ordovícico) coincide con alteraciones
en el ciclo del carbono, con más carbono acumulándose en la atmósfera. A
diferencia del evento SPICE, donde hay un incremento en la producción primaria
(fotosíntesis), un incremento en el entierro de materia orgánica, y un
incremento en los sedimentos de origen continental, esta alteración del ciclo
del carbono se debe a una baja producción primaria, una reducción en el
entierro de materia orgánica y un incremento en la oxidación de materia orgánica
acumulada. A este evento se le conoce como excursión HERB, por las siglas en
inglés de Hellnmaria-Red Tops Boundary. Debido a la reducción en la
fotosíntesis y al consumo de oxígeno por bacterias que descomponen materia
orgánica, los niveles de oxígeno decrecieron en los océanos, produciendo mares
someros y poco profundos con altos niveles de anoxia.
El evento HERB causó la última extinción
del Cámbrico y parece continuar hacia el Ordovícico. La extinción afectó principalmente
a trilobites, conodontos y graptolites, los elementos más abundantes de los
ecosistemas. Esta extinción, sin embargo, no parece haberse extendido a otros grupos;
además, se ha especulado que lo que interpretamos como una extinción en masa
hacia finales del Cámbrico se debe a la falta de registro fósil del Furogiense.
La diferencia entre el Cámbrico y Ordovícico es muy sutil.
8 de febrero, El Ordovícico
El Ordovícico fue propuesto por primera
vez en 1878 por el geólogo inglés Charles Lapworth (1842-1920). Lapworth estudiaba
la geología de las Southern Uplands, “las mesetas del Sur”, la porción sur de
Escocia y propuso el uso de graptolites como indicadores de edad para estudiar
la edad de varias estructuras geológicas. En aquel entonces, existía un debate
sobre la edad de los yacimientos de las Southern Uplands, ya que dos
prominentes geólogos británicos las asignaron a dos sistemas distintos: el
inglés Adam Sedgwick (1785-1843) consideraba las Southern Uplands como parte
del sistema Cámbrico, mientras que el escocés Roderick Murchison (1792-1871)
las integraba como parte del sistema Silúrico.
Lapworth utilizó los graptolites para mostrar
que el Paleozoico inferior tenía tres faunas distintas: el Cámbrico, una fauna
intermedia y el Silúrico. A la fauna intermedia la denominó como Ordovícico, en
honor a la tribu celta de los Ordovicos, que ocuparon la mayor parte de Gales.
La geología de las Southern Uplands, de las Tierras medias (Midlands) y Gales
fue en buena parte mapeada por Lapworth utilizando el sistema del Ordovícico, y
esta geología fue empleada de manera regular aún si el sistema Ordovícico no
era reconocido como tal. El Ordovícico fue finalmente aceptado como el segundo
periodo del Paleozoico en el Congreso Geológico Internacional de 1960, cuarenta
años después de la muerte de Lapworth.
La Tierra a principios del Ordovícico es
más cálida que durante buena parte del Cámbrico, el nivel del mar alcanza 180
metros por arriba del nivel actual, hay una gran actividad volcánica y
tectónica con continentes dispersos por todo el planeta. Los niveles de CO2
se mantienen elevados como consecuencia del evento HERB.
A principios del Ordovícico aparecen los
primeros rostroconchos verdaderos, un grupo de moluscos extintos que se
consideran un grupo aparte dentro de los Conchifera. Los rostroconchos se
parecen mucho a los bivalvos, pero su anatomía interna es más parecida a la de
los escafópodos. A diferencia de los bivalvos, los rostroconchos no tienen dos
valvas unidas por un fulcro, sino que las valvas están fusionadas por capas rígidas
de calcita. La parte posterior de la concha tiene un tubo aplanado que se
conoce como rostrum, por lo que se cree que los rostroconchos se
enterraban en el sedimento marino, con la parte anterior hacia adentro y el rostrum
dirigido hacia afuera, permitiendo la filtración de agua.
Diagrama de Ischyrinia winchelli, un rostroconcho del Ordovícico, donde se aprecia el rostrum. |
También a principios del Ordovícico
tenemos evidencias de los primeros asterozoos, el grupo que contiene a las
estrellas de mar. El filo de los equinodermos (Echinodermata) se divide en cinco
subfilos: los homalozoos, los crinozoos (crinoideos), los asterozoos (estrellas
de mar y ofiuroideos), los equinozoos (erizos. dólares y pepinos de mar) y los
blastozoos. Los equinodermos se distinguen por la presencia de una estructura
anatómica conocida como madreporita, una abertura que permite la entrada de
agua hacia el sistema vascular.
Los homalozoos y los blastozoos son
agrupaciones de equinodermos que surgen durante el Cámbrico medio. Los
homalozoos incluyen a los carpoides y a los estilóforos, mientras que los
blastozoos incluyen a los eocrinoideos. Los asterozoos, primer subfilo de los
equinodermos en aparecer en el Ordovícico, se caracterizan por tener un cuerpo
pentamérico, con cinco secciones simétricas en arreglo radial. El tubo
digestivo tiene solamente una abertura, el ano, por la que entra y sale la
comida; el intestino tiene ciegos aborales para incrementar la absorción de
nutrientes. Los asterozoos tienen tres órdenes: los Asteroidea (estrellas de mar,
que aparecen en el Triásico), los Ophiuroidea (ofiuroideos) y los Somasteroidea
(único orden extinto).
Los ofiuroideos y los somasteroideos aparecen en el Ordovícico. Los ofiuroideos son los asterozoos con la simetría radial más marcada de todo el orden; los cinco brazos se unen a un disco central que contiene todos los órganos internos. La boca se encuentra en la parte ventral del cuerpo y está bordeada por cinco placas que sirven como ‘dientes’. Detrás de una de estas placas orales se encuentra la madreporita, pero algunos ofiuroideos tienen hasta cinco madreporitas. El sistema nervioso de los ofiuroideos consiste de un anillo central que atraviesa el disco central y del que emergen cinco nervios radiales que se extienden hasta la punta del brazo (ambulacro). La mayoría de los ofiuroideos no tienen ojos, pero poseen terminales nerviosas que detectan químicos, tacto y, en algunos casos, luz.
Los somasteroideos se parecen mucho a las
estrellas de mar modernas, pero sus cuerpos están aplanados y los brazos tienen
forma petaloide. A diferencia de los ofiuroideos, los brazos parecen no haber sido
móviles, pero la boca es más compleja que la que se aprecia en las estrellas de
mar.
9 de febrero, los ostrácodos
Los ostrácodos son una clase de crustáceos
aplanados protegidos por dos valvas, en algunas especies hechas de quitina y en
otras de calcita. Los ostrácodos se encuentran tanto en el zooplancton como en
el bentos y son el grupo fósil de artrópodos más diverso y abundante. La
tagmosis de los ostrácodos consiste en una cabeza y un tórax separados por una
pequeña constricción, y a diferencia de otros crustáceos, el cuerpo no está dividido
en segmentos. La cabeza es la parte más desarrollada, mientras que el tórax es
reducido y tiene solamente un par de apéndices. Los ostrácodos no tienen
branquias y filtran oxígeno a través de placas en la superficie del cuerpo;
carecen también de corazón o sistema circulatorio.
Fotografía de un ostrácodo. |
Movimientos natatorios de un ostrácodo dulceacuícola. |
La morfología de los ostrácodos es parecida a los fosfatocópidos del Cámbrico, un grupo que se considera un grupo ancestral a los crustáceos. A los fosfatocópidos también se les conoce como arqueocópidos, cuando se les consideraba como una subclase de los ostrácodos. Los fosfatocópidos son comunes en los depósitos tipo Orsten, y es gracias a la preservación detallada de sus apéndices que ha sido posible entender sus afinidades evolutivas. La presencia de valvas es una convergencia evolutiva que se repite también en filocáridos y los bradóriidos.
La diversidad de Ostracoda se divide en dos subclases: Myodocopa y Podocopa. Myodocopa se caracteriza por poseer un caparazón poco calcificado y principalmente hecho de quitina, con entre 8 y 9 artejos en las anténulas, y el artejo más largo es el endopodio; las dos valvas no se sobrelapan. El orden Myodocopida es el único en tener ojos compuestos laterales. Podocopa tienen un caparazón calcificado, por lo que tienen le registro fósil más abundante.
10 de febrero, la extinción del Tulaense
La última extinción del intervalo
Cámbrico-Ordovícico se conoce como la extinción de la base del Tuleanse, cerca
del final del Tremadociense (primer época del Ordovícico). Esta extinción afectó principalmente a los
trilobites y coincide con un colapso en la producción primaria y una liberación
de azufre; a la par, hay un incremento en la oxigenación de los mares. Estos
cambios serían la antesala al Evento de la Gran Diversificación del Ordovícico.
En la semana 5 nos encontramos con que
ciertas algas verdes habían desarrollado una enzima que hacía la fotosíntesis
más eficiente, la glicolato oxidasa. Las primeras plantas, al igual que las
algas verdes, estaban confinadas a los ambientes marinos someros, y con el
incremento del oxígeno en los mares, la fotosíntesis se hacía menos eficiente. La
fotosíntesis es posible gracias a una enzima conocida como RuBisCO[1], ya que permite que el
dióxido de carbono de la atmósfera se una con un azúcar de cinco carbonos (la
ribulosa) para formar dos azúcares simples de tres carbonos (fosfoglicerato). La
fotosíntesis requiere que dos fosfogliceratos entren a una complicada serie de
reacciones (el Ciclo de Calvin) donde se combinan para formar un azúcar con
seis carbonos, la glucosa.
En presencia de oxígeno, la RuBisCO oxida la
ribulosa y produce dos compuestos: el fosfoglicerato, de tres carbonos, y el
fosfogluconato, de dos. Esto significa que en presencia de oxígeno, la RuBisCO
es dos veces menos eficiente ya que la mitad del producto no puede ser
utilizado para producir azúcares[2]. En las algas verdes carofíceas,
las algas coleoquetofíceas y las algas conjugadas (Zygnematophyceae) la enzima
glicolato oxidasa se localiza en un organelo separado de los cloroplastos, el
peroxisoma. En la membrana del cloroplasto, una enzima transporta el glicolato
fosfato hacia el peroxisoma en forma de glicolato, donde la glicolato oxidasa
convierte el glicolato en el aminoácido glicina; la glicina pasa a la
mitocondria donde reacciona con el dióxido de carbono y produce glicerato; el
glicerato regresa al cloroplasto donde puede usarse para producir carbohidratos.
A esta reacción también se le conoce como “ruta
de rescate” ya que permite contrarrestar el efecto del gasto de la RuBisCO en
presencia de oxígeno. Para permitir que esta reacción ocurra, las algas tienen
mecanismos para acumular dióxido de carbono dentro de la célula y garantizar
que las condiciones internas sean resilientes a la oxidación. La presencia de
esta ruta de rescate debió permitir a las primeras plantas sobrevivir en los
continentes.
[1] Su nombre oficial es ribulosa 1,5-bifosfato
carboxilasa/oxidasa
[2] Para diferenciar el proceso de
utilizar oxígeno en vez de dióxido de carbono, a este proceso se le conoce como
fotorrespiración, en analogía con la respiración celular que utiliza oxígeno.
Sin embargo, la fotorrespiración no involucra el uso de luz, a pesar de llevar
el prefijo “foto-”.
11 de febrero, Aegirocassis, el Evento de la Gran Diversificación del Ordovícico
Aegirocassis es un radiodonto
de finales del Tremadociense descubierto en Marruecos; con 2 metros de
longitud, es candidato a uno de los animales más grandes que ha habitado los
mares. A diferencia de otros radiodontos, Aegirocassis es muestra
evidencias de estar adaptado como filtrador. Cada segmento del animal tiene una
solapa ventral y una dorsal que probablemente funcionaban como ‘aletas’.
Fósil de Aegirocassis, foto por Peter Van Roy, Yale University y dibujo por Allison C. Daley, University of Oxford., CC BY-NC-ND. En púrpura, elemento central del caparazón (carapace central element), en naranja, solapas dorsales (dorsal flap), en rojo, parches de pirita (pyritised patches), en azul, solapas ventrales (ventral flap), y detalle de las hojas de sellar (setal blades). Comparaciones anatómicas con otros artrópodos sugiere que las solapas ventrales son estructuras relacionadas con los apéndices locomotores de los euartrópodos, mientras que las solapas dorsales podrían relacionarse con los exopodios. |
El fósil de Aegirocassis benmoulai fue descubierto por Mohamed Ben Moula, un colector de fósiles que adquirió el fósil y lo presentó al paleontólogo Peter Van Roy, de la Universidad de Gante, en Bélgica. Ben Moula descubrió la Formación Fezouata a finales de los noventa, un yacimeinto que se expone al sur y suroeste de Marruecos. La Formación Fezouata es el primer depósito Konservat-Lagerstät del Ordovícico, clasificado como tipo 1 (similar al Esquisto Burgess). Es bastante común encontrar graptolitos y briozoarios como componentes abundantes de la biota Fezouata, en contraste con las faunas del Cámbrico. Los sedimentos corresponden a un ambiente cerca de la región donde comienza el oleaje, a una profundidad de entre 50 y 150 metros, por lo que los fósiles preservados fueron arrastrados por las olas durante tormentas.
Marruecos se encontraba cerca del polo Sur
hacia el Ordovícico, con la mayor parte de África del Norte se encuentra debajo
del paralelo 60 Sur, donde actualmente se encuentra el océano Antártico. La
mayor parte de América del Sur se encuentra debajo del paralelo 30 Sur, donde
actualmente se encuentran la parte sur de Chile, Argentina y Brasil, la parte
media sur de Sudáfrica y la parte sur de Australia. Aunque el clima era mucho
más cálido que ahora, la biota estaba expuesta a largos días durante el verano
austral y muy cortos durante el invierno austral.
En la biota Fezouata se puede encontrar evidencia del Evento de Gran Diversificación del Ordovícico, conocido como GOBE por las siglas en inglés Global Ordovician Biodiversification Event. Solemos pensar en la “explosión del Cámbrico” como el origen de todos los planes corporales de animales, pero la diversificación de estos filos en las diversas clases y órdenes modernos ocurre durante el Ordovícico. Los mares comienzan a poblarse por “caras” conocidas.
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