sábado, 21 de mayo de 2022

Semana 8: 19 a 25 de febrero - Evento Meteórico del Ordovícico

 


Semana 8 – Evento Meteórico del Ordovícico

Cuando un cuerpo atraviesa nuestra atmósfera terrestre, la fricción, la presión y las reacciones químicas de los gases que la conforman calientan el objeto y lo hacen encandecer; los fragmentos que logran llegar a la superficie terrestre se conocen como meteoritos. Hay dos tipos de meteoritos en la Tierra: las sideritas, formados principalmente de hierro, y las condritas, que son meteoritos no metálicos. Las condritas son fragmentos de asteroides, cuerpos celestes que se formaron durante los orígenes del Sistema Solar como producto de la acreción de minerales que antecede a la formación de un planeta; es decir, los asteroides no alcanzaron la masa crítica para formar un planeta.

Las condritas representan el 85% de los meteoritos descubiertos en la superficie terrestre, y dado su origen, son cruciales para entender el origen del Sistema Solar. De acuerdo con la composición química, existen tres grupos de condritas: condritas H (con un contenido de entre 25 y 30% de hierro puro, y 15-19% e una aleación de níquel-hierro), condritas L (compuestos de olivino, feldespato y un 4-10% de aleación de níquel-hierro) y condritas LL (con un 19-22% de hierro y 26-32% de olivino). Estas composiciones constantes sugieren que estos meteoritos son los restos de tres asteroides distintos.

En las condritas L se tienen evidencias de impacto, por lo que se ha hipotetizado que hace 470 millones de años dos asteroides colisionaron y desprendieron fragmentos que salieron propulsados fuera del cinturón de asteroides. Hasta ahora, uno de los candidatos a ser la fuente de las condritas L es el asteroide 8 Flora, de 146 kilómetros de diámetro, uno de los asteroides más grandes del anillo interior del Cinturón de Asteroides y descubierto el 18 de octubre de 1847. La colisión entre el cuerpo parental de condrita L y otro asteroide se ha estimado como la más grande hasta ahora.

sábado, 7 de mayo de 2022

Semana 7: 12 a 18 de febrero - La Revolución del Plancton

 

Microplancton marino, parte del contenido de una inmersión de un salabre (red usada para pescar) fotografiado a bordo del barco Oscar Elton Sette de la NOAA frente a Kona, 20 de septiembre de 2006. La imagen contiene diversos organismos planctónicos, que van desde cianobacterias fotosintéticas y diatomeas hasta muchos tipos diferentes de zooplancton, que incluye tanto holoplancton (residentes permanentes del plancton) como meroplancton (residentes temporales del plancton, por ejemplo, huevos de peces, larvas de cangrejo, larvas de gusanos). David Liittschwager, CC BY SA 4.0.

Semana 7 – El Evento Global de Diversificación del Ordovícico

La fauna del Cámbrico no se parece en nada a lo que tenemos en los mares actuales, por lo que tiene sentido que nos sintamos fascinados con las formas tan extrañas que poblaron los mares cámbricos. Pero es durante el Ordovícico que los mares comienzan a parecerse a lo que vemos ahora. El Evento Global de Diversificación del Ordovícico (GOBE) no es como tal un evento único, sino un patrón de diversificación que se observa en todos los continentes y en varios pulsos. Gondwana, Laurencia, Siberia, Báltica y el Norte de China son masas continentales separadas por mares muy profundos; la mayor parte de la vida está confinada a las plataformas continentales, por lo que las faunas en cada plataforma son diferentes y con un gran nivel de endemismo.

El plancton del Cámbrico es muy diferente en composición al plancton del resto del Paleozoico. En términos taxonómicos, el plancton se divide en dos grupos: el fitoplancton, que incluye a los organismos fotosintéticos como las algas y las cianobacterias, y el zooplancton, que incluye a los protozoarios y a los animales. El zooplancton se divide a su vez en dos tipos, el holoplancton, que incluye a organismos cuyo ciclo de vida ocurre completamente en el plancton, y el meroplancton, que incluye a los organismos que pasan algún estadio de su vida en el plancton, como huevos o larvas. En el Cámbrico, el fitoplancton se compone de cianobacterias, algas y algunos organismos como radiolarios, protozoos con esqueletos minerales que han establecido endosimbiosis con algas, mientras que el zooplancton es dominado por artrópodos, como los bradóriidos, ostrácodos, los agnóstidos (como holoplancton), mientras que trilobites, radiodontos y cefalópodos tienen estadios que forman parte del plancton (meroplancton). Los bradóriidos parecen haber desaparecido del plancton debido al evento SPICE.

En el Ordovícico, el zooplancton cambia radicalmente, por ejemplo, tenemos más trilobites adaptados a nichos en el plancton, mientras que los graptolites y los artrópodos filocáridos se vuelven parte del zooplancton. Aparecen y rápidamente se hacen comunes en el plancton unas testas con forma de botella conocidas como quitinozoos (Chitinozoa); por mucho tiempo, estos fósiles se identificaron como amebas, hongos, plantas, huevos de gasterópodo y protistas, pero en 2020 se descubrieron testas pequeñas dentro de otras más grandes, sugiriendo reproducción asexual y confirmando que se trataban de un grupo desconocido de protistas. Uno de los cambios más drásticos es el incremento de zooplancton alimentándose de fitoplancton, además de larvas de artrópodos alimentándose de zooplancton. El incremento en la depredación desencadenó un evento de diversificación del fitoplancton.

Microfotografía electrónica de un quitinozoo, Sphaerochitina, del Silúrico de Gotland, Suecia. Verisimilus CC BY 2.5


domingo, 24 de abril de 2022

El curioso caso de los Ositos de Agua

Echiniscus succineus. Microfotografía electrónica.

Una misión espacial regresa a la Tierra; es miércoles 26 de septiembre de 2007 y la cápsula espacial Foton-M3 reingresa a la atmósfera tras haber estado 12 días en la baja órbita de la Tierra. 65 ingenieros y científicos de las estaciones terrestres de Esrange, en Kiruna, Suecia, y el centro de control TsUP de Moscú, Rusia, monitorearon la cápsula que fue lanzada el viernes 14 de septiembre en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán.

La cápsula ingresa a Tierra con éxito, en un área inhabitada cerca del pueblo de Kustanay, Kazajstán, muy cercano a la frontera con Rusia. Son las 13:58 y los ingenieros y científicos esperan ansiosos los resultados de 43 experimentos europeos que involucraron la física de fluidos, biología, el crecimiento de los cristales, la exposición a la radiación y la exobiología. Uno de esos experimentos involucraba a unos peculiares animales que son comúnmente conocidos como Ositos de Agua.

La gente suele reconocer a los Ositos de Agua debido a que en estos últimos meses muchos sitios de actualidad han dedicado un espacio a las fotografías con microscopio electrónico de estos animalitos, cuyo nombre científico es el de tardígrados. Este artículo es una historia sobre unos peculiares astronautas animales que fueron al espacio y regresaron.

martes, 19 de abril de 2022

Semana 6: 5 al 11 de febrero – ¿Cómo acabó el Cámbrico?

Reconstrucción de Aegirocassis, un filtrador de 2 metros de longitud que habitó los mares del Ordovícico. El peine filtrador se encuentra en la parte anterior (izquierda de la foto). Por Nobu Tamura, CC BY SA 4.0

Como hemos visto en el recuento hasta ahora, el Cámbrico es entendido gracias a una gran cantidad de Konservat-Lagerstätten donde se han preservado organismos con tejidos blandos y duros. Los Konservat-Lagerstätten que se han descubierto hasta ahora se depositaron en las plataformas continentales de los paleo-continentes de Laurencia y el Sur de China, en mares tropicales y subtropicales con aguas tranquilas. Sin embargo, como reportan Muscente y otros (2017), estos depósitos representan secuencias estratigráficas de la Serie 2 del Cámbrico y el Miaolingiense, mientras que son comparativamente escasos en el Terrenuviense y el Furongiense. Los Konservat-Lagerstätten reaparecen en la Formación Floresta de Argentina, las Formaciones Dol-cyn-afon y Afon Gam en Gales, y el Esquisto Fezouata de Marruecos en el Tremadociense (Ordovícico), a lo que se le conoce como “la brecha del Furongiense” (o en inglés, Furongian gap). Esta escasez de un registro fósil semejante al resto del Cámbrico nos dificulta entender cómo terminó.

Hasta hace unas décadas, se asumía que el incremento del nivel del mar y las alteraciones al ciclo del carbono producidas por la emisión continua de gases de la Provincia Ígnea de Kalkarindji, en Australia, desencadenaron una extinción a finales del Cámbrico. Sin embargo, esta interpretación podría estar sesgada debido a la escasez de un registro fósil detallado en contraste con los yacimientos previos como la biota de Chengjiang y el Esquisto de Burgess.

sábado, 26 de marzo de 2022

Semana 5: 29 de enero al 4 de febrero - La fotosíntesis llega a los continentes

Parche de algas carofíceas (Charales) del género Nitella en un charco en el norte de Baja Sajonia, Alemania. Los márgenes de los mares epicontinentales del Cámbrico y el Ordovícico están cubiertos de de estos parches de algas verdes carofíceas, conjugadas y coleoquetofíceas, así como las primeras plantas, posiblemente con una morfología similar. CC-SA-BY 3.0, Christian Fisher.

Estamos llegando a la última 'semana' del Cámbrico, el Cámbrico tardío. De las 52 semanas del año, cinco semanas y media las ocupa el Cámbrico - poco más del 10% del Fanerozoico. El mundo nos sería irreconocible: sobre el ecuador se encuentra el continente de Laurencia, con Sonora en la costa occidental y Groenlandia en la costa oriental; el hemisferio norte está cubierto de un océano continuo, Panthalassa, y el resto de las masas continentales se encuentran en el hemisferio sur. Gondwana, formado por los continentes de América del Sur (localizado sobre el polo sur), África, situado sobre los trópicos, Antártida y Australia, a la altura del Ecuador, Báltica (lo que hoy son los países del Báltico y Escandinavia), a la altura del Trópico de Capricornio, Siberia, cerca del Ecuador y un archipiélago de islas que corresponde a Asia Central. En las costas occidentales de Gondwana hay unos fragmentos de continente que corresponde a los modernos territorios de Nueva Inglaterra y Nueva Escocia (lo que hoy son las costas nororientales de Estados Unidos y surorientales de Canadá). Hacia finales del Cámbrico, el nivel del mar comenzó a subir, inundando la mayoría de la superficie continental.

Semana 5 – La fotosíntesis llega a los continentes (500-490 Ma)

Durante mucho tiempo se pensó que las primeras plantas colonizaron los continentes a mediados del Ordovícico; y hasta finales de la década pasada, las hepáticas eran consideradas descendientes directos de las plantas primigenias y su morfología fue utilizada como modelo para reconstruir la morfología de las primeras plantas. Sin embargo, evidencia molecular en los últimos años sugiere que las primeras plantas se adaptaron a los ecosistemas terrestres a finales del Cámbrico o principios del Ordovícico y que las hepáticas podrían estar más relacionadas con las primeras plantas vasculares que con las primeras plantas.

Mares extensos someros cubrían los continentes del Cámbrico superior, y las primeras plantas estarían adaptadas a ambientes muy húmedos cerca de los cuerpos de agua. A diferencia de las plantas modernas, estas primeras plantas carecían de tejidos y probablemente se parecían mucho a las algas verdes carofíceas (Charales) o las coleoquetofíceas (Coleochaetophyceae). Estas algas tienen varias características que se ven en las plantas terrestres y que fueron la antesala a las adaptaciones a una vida terrestre. Por ejemplo, las carofíceas tienen dos tipos de gametos, uno sésil (la oogonia) y otro móvil (los anteridios); el gameto sésil está protegido por una estructura llamada arquegonio, que consiste en un canal como una botella que permite el paso de los anteridios. A nivel químico, estas algas verdes poseen peroxisomas con una enzima conocida como glicolato oxidasa, que permite hacer la fotosíntesis eficiente en presencia de oxígeno.

            29 de enero, la fauna de Orsten: pseudocelomados

Dentro de la Formación Esquisto Alumbre de Suecia, se encuentran nódulos de piedra caliza que se conocen como Orsten. Dentro de estas calizas se encuentran fósiles que han experimentado una fosfatización, lo que ha generado fósiles bastante bien preservados en tres dimensiones, sin deformación y con gran detalle, ya que sobre el fósil original se deposita una lámina fina de fosfato de calcio. Este tipo de fosilización, conocido como ‘preservación Orsten’, solamente ocurrió en ambientes con bajos niveles de oxígeno entre el Cámbrico medio y Cámbrico superior. Hasta ahora, solamente se han encontrado fósiles de este tipo en animales menores a 2mm de largo y cubiertos por cutícula, lo que incluye panartrópodos y nematelmintos.

El primer hallazgo de este tipo de preservación ocurrió en 1964, al descubrir ostrácodos fosfatizados, un tipo de artrópodos con dos valvas, entre ellos Hesslandona neocopina. Una década después, en 1975, se descubrieron los primeros fósiles de trilobites agnóstidos con una preservación tridimensional y mostrando los detalles de la anatomía ventral, incluyendo la estructura de los apéndices.

Del Cámbrico medio de Australia proviene el hallazgo de un embrión de un nematelminto con preservación Orsten. El término nematelminto es una categoría taxonómica obsoleta, que incluía a lo que se conoce como pseudocelomados. El celoma es la cavidad que separa el exterior de un animal del sistema digestivo dentro de la que se encuentran los órganos internos. Los vertebrados somos celomados y dentro de nuestro celoma se encuentran los pulmones, el corazón, el hígado y los demás órganos que rodean al sistema digestivo; esta cavidad se origina de la capa embrionaria del mesodermo. El pseudoceloma es una cavidad con la misma función, pero que se origina de otras capas embrionarias; los animales pseudocelomados incluyen los filos Rotifera, Acantocephala, Gastrotrichia, Gnathostomulida, Priapulida, Kinorhyncha, Loricifera, Nematoda y Nematomorpha.

Fósiles de embriones enrollados de Markuelia del Cámbrico medio de Australia con preservación de Orsten, ambos procedentes de la Formación Monasterio del Cámbrico medio. Fuente: Maas et al., 2006.

En la actualidad, sabemos que el pseudoceloma tiene diversos orígenes y no todos los grupos que previamente se consideraban como nematelmintos tienen un ancestro común. Sin embargo, algunos de estos filos poseen un cerebro que rodea a la faringe del animal, por lo que a ese grupo de pseudocelomados se le conoce como Cycloneuralia. Este cerebro en arreglo anular tiene tres regiones: las porciones anterior y posterior albergan los cuerpos neuronales, mientras que la parte media contiene los axones y las dendritas. 



Diagrama del cerebro anular en el loricífero Nonaloricus en vista dorsal: 1) región anterior, con cuerpos neuronales, 2) región media, con axones y dendritas, 3) región posterior, con cuerpos neuronales. A la derecha, una micrografía de un loricífero de 0.25 mm.

Además del cerebro anular, todos en este filo tienen una estructura que se conoce como introvert, una extensión del cuerpo que puede extenderse más allá de la región oral. Los nemátodos son el único filo de los Cycloneuralia que no tiene introvert, con excepción del género Kinonchulus, donde hay una porción invaginable. En los nematomorfos, el introvert sólo existe durante el estado larvario. En los priapúlidos, los quinorrincos y los loricíferos, el introvert es retenido durante todo el desarrollo del organismo. Los nematomorfos y los nemátodos, en general organismos parásitos, están rodeados por una cutícula de colágeno. Así, la sistemática de Cycloneuralia queda:


Dentro de los Cycloneuralia se encuentran los paleoscolécidos, un grupo de ecdisozoos con una morfología similar a los priapúlidos. Sin embargo, el filo Palaeoscolecida es posiblemente una agrupación de organismos con similitud morfológica sin que representen un linaje con un ancestro común. En general, los paleoscolécidos tienen una cutícula recubierta por placas y una probóscide que se asemeja al
introvert de los priapúlidos. Los paleoscolécidos aparecieron probablemente a finales del Cámbrico medio, de los cuales Markuelia representa diferentes estadios larvarios, y se extinguieron en el Silúrico. El otro grupo fósil de Cycloneuralia es el de los arqueopriapúlidos, con un rango estratigráfico más restringido (Piso 3 al Cámbrico medio) y al que se han asignado fósiles como Ottoia.

Reconstrucción de Cricoscomia, un paleoescolécido del Cámbrico temprano, con un hiolítido en el fondo. CC BY SA 4.0, Akrokiltharos.

En cuanto a la historia evolutiva, es posible que los Cycloneuralia tengan un ancestro común con los panartrópodos.

            30 de enero, la fauna de Orsten: pentastómidos

En Öland, Suecia, se han encontrado fósiles con preservación Orsten que han sido identificados como los miembros más antiguos del grupo conocido como Pentastomida. Los pentastómidos son animales vermiformes (como buena parte de todos los filos animales) de tamaño pequeño (de 1 a 14 cm) con cutícula quitinosa, semejante a la de los artrópodos, cuyo extremo anterior tiene cinco protuberancias, cuatro con apéndices y garras, y la quinta con la abertura oral; estas cinco protuberancias dan origen al nombre “pentastómido”. El sistema nervioso es semejante al de otros artrópodos y también tienen un hemocele, pero carecen de todos los demás sistemas.

Especimen del pentastómido Armillifer armillatus Wyman, 1848, con 4 cm de longitud, extraído del tracto respiratorio de una serpiente pitón. Museo de Historia Natural de Berlín (CC BY SA 3.0, José Grau de Puerto Montt).

Los pentastómidos modernos están adaptados a una vida parasítica dentro de los tractos respiratorios de vertebrados. La hembra es más grande que el macho y se reproducen mediante fertilización interna dentro de un hospedero intermediario; los huevos son tosidos por los vertebrados infectados e ingeridos por otros vertebrados. En el intestino del hospedero intermediario, los huevos eclosionan y la larva atraviesa el intestino del vertebrado, donde forma un quiste. Cuando el hospedero intermedio es ingerido por otro vertebrado, la larva se mueve hacia el tracto respiratorio de su hospedero definitivo. La larva tiene una forma distintiva, redondeada y con cuatro o seis apéndices, y este tipo de larvas se han encontrado en Orsten.

Esto sugiere que los pentastómidos se adaptaron a la vida parasítica desde el Cámbrico tardío. El paleontólogo y zoólogo belga Pierre-Joseph van Beneden (1809-1894) comparó en 1849 la anatomía de los pentastómidos con los copépodos parasíticos, determinando que el grupo Pentastomida es un tipo de crustáceos; el zoólogo danés Karl Georg Wingstrand (1919-1992) revivió la idea de que Pentastomida pertenece a Crustacea al notar similitudes entre la morfología de los espermatozoides de un grupo de crustáceos maxilópodos parasitarios conocidos como argúlidos (del grupo Branchiura). A finales de la década de los ochenta, Abele y otros (1989) encontraron evidencia molecular de que los pentastómidos y branquiuros tienen un ancestro común, y se creó el grupo Ichthyostraca.

Fósil de una larva de pentastómido, Heymoniscambria taylori, colectado en la Formación Green Point, oriente de Terranova, Canadá (obtenido de Walossek et al. 1994, pl. 1).

Sin embargo, la hipótesis Ichthyostraca tiene dos problemas fundamentales: 1) las larvas de pentastómidos no tienen caracteres morfológicos que permitan identificarlas como crustáceos, mientras que los maxilópodos sí poseen una larva que puede reconocerse como crustácea; 2) las larvas de pentastómidos se pueden reconocer en el Cámbrico tardío, lo que indica que los hábitos parasitarios ya estaban desarrollados antes de la evolución de los vertebrados. Si los pentastómidos son crustáceos, el problema (1) radica en que todos los pentastómidos modernos son parasitarios y sólo podemos reconocer su morfología modificada; dado que carecemos de representantes modernos con hábitos de vida libre, no sabemos si en el registro fósil hemos encontrado tales tipos de pentastómidos. En cuanto al problema (2), carecemos de un registro fósil de branquiuros, por lo que no sabemos cuándo aparecen en el registro fósil; en el caso de los pentastómidos, los conodontos se diversificaron también durante el Cámbrico tardío y pueden representar uno de los primeros grupos de vertebrados (ver 4 de febrero).

           31 de enero, la transgresión del Mar Sauk

En medio de las placas tectónicas es común encontrar cratones, que se refiere a la parte más estable de un continente y que ha persistido durante los ciclos de acreción y separación continental. Los cratones tienen cientos de kilómetros de profundidad, por lo que son también la parte más gruesa de la corteza continental y están formados de una base de roca metamórfica cristalina. En la base de los cratones se forman diamantes, cuya edad nos permite estimar que los cratones se formaron durante el Eón Arcaico (que abarca de hace 4 mil a hace 2 mil 500 millones de años).

Dentro de la placa tectónica de América del Norte se encuentra el cratón de Laurentia, que abarca Groenlandia, buena parte de Canadá, y la porción central y noreste de Estados Unidos. El resto de América del Norte corresponde a islas que, debido a la subducción, se acercaron al cratón y fueron aglomerándose hasta formar los terrenos modernos del continente. Durante todo el Cámbrico, el cratón de Laurentia no estaba cubierto por mares, pero hacia finales del Cámbrico medio, o un poco antes, el nivel del mar subió y cubrió buena parte del cratón de Laurentia, depositando lo que conocemos como secuencia cratónica.

Las secuencias cratónicas son capas de sedimentos depositados por mares poco profundos que inundan los cratones. En Laurentia, esto formó el Mar Sauk, el primer evento de transgresión marina en cubrir las partes más internas de los continentes en el Fanerozoico. Las únicas partes expuestas corresponden al escudo canadiense y un archipiélago de islas que hoy conocemos como Nuevo México, Minnesota y Los Grandes Lagos. En la Península Port au Port de la porción occidental de Terranova se encuentran secuencias de carbonatos y silicatos, denominadas como las Formaciones March Point y Petit Jardin. En la base de March Point se encuentran sedimentos siliciclásticos depositados durante un ambiente de playa y conforme seguimos la secuencia hacia arriba, hasta Petit Jardin, los sedimentos van cambiando a carbonatos, lo que sugiere un mar poco profundo.

Mapa de América del Norte y Central actual con los sedimentos del Cámbrico tardío que corresponden a playas (rojo), lodos de mares poco profundos (amarillo) y calizas formadas en mares epiconentales tropicales (púrpura).

La fauna preservada es más homogénea que lo que se ve en otras regiones. En el Mar Sauk, el 84% de los fósiles representa trilobites del orden Ptychopariida y 15% representa braquiópodos del orden Lingulida. La transgresión también se puede apreciar sobre el cratón de China del Norte, pero los fósiles preservados son solamente trilobites, con 37% del orden Agnostida, 17% del orden Lichida, 17% del orden Ptychopariida, 14% del orden Asaphida y 15% del orden Corynexochida. Esto nos indica que durante el Cámbrico medio hay un aumento en la ‘provincialidad’, es decir, en regiones con faunas más distintas entre ellas.

Durante toda la secuencia del Mar Sauk también encontramos icnofósiles, lo que sugiere que los fósiles presentes en la secuencia no representan todos los nichos del ecosistema, como si había ocurrido con las otras biotas. Hay evidencia de Gordia, un conjunto de túneles cilíndricos que se atribuye a algún animal vermiforme que escarbaba el sedimento, de Thalassinoides, una red de túneles que es producida por anémonas y crustáceos, y Diplocraterion, surcos en forma de U conectados por una red de surcos más finos y se forma cuando los organismos sésiles se ajustan a los cambios de profundidad del mar causado por las mareas.

Modelo que explica la formación de Thalassinoides (con etiquetas en inglés). En el panel A, el animal escarba en el sedimento y genera un tunel cubierto por una mucosa y sedimento impregnado con mucosa (lining y mucus-impregnated sediment), con animales que cultivan microorganismos (microbes cultivator) o habitados por animales que se alimentan de lo acumulado en el depósito (deposit feeder). En el panel B, el proceso de fosilización de la estructura ocurre cuando la calcita llena los túneles (sparry calcite fill) y la cubierta se convierte en micrita y dolomita. Dentro del relleno hay materia orgánica (Or), minerales con hierro (Ir) y cristales de pirita (Fr).

            1 de febrero, la extinción del Dresbaquiense

Durante la transgresión que dio origen al Mar Sauk ocurre la excursión de isótopos de carbono del Steptoense, también conocida como SPICE (por las siglas en inglés Steptoean Positive Carbon Isotope Excursion), que corresponde con una alteración de los ciclos del carbono que duró entre 2 millones y 4 millones de años. Se ha propuesto que el evento SPICE fue causado por un incremento en el entierro de carbono, lo que se asociado con tasas de mortandad elevadas en el océano, producto de un incremento drástico en el nivel del mar.

Así mismo, el evento SPICE coincide con un incremento en la extinción de trilobites y braquiópodos, un evento de extinción conocido como la extinción del Dresbaquiense. El incremento repentino en el nivel del mar y la baja oxigenación produjo grandes niveles de anoxia en el lecho marino. Las especies que vivían cerca de la costa experimentaron las tasas de extinción más altas.

            2 de febrero, el evento MISS

En el Grupo de Tunnel City, Minnesota y Wisconsin, Estados Unidos, hay evidencias de un mar epicontinental poco profundo, siendo uno de los puntos donde el Mar Sauk era menos profundo. En esta formación se encuentran evidencias de estromatolitos y tapetes microbianos, denominados como “estructuras sedimentarias inducidas por microbios”, o MISS por las siglas en inglés para microbial-induced sedimentary structures. La presencia de estromatolitos en el Cámbrico es rara y su presencia coincide con la extinción de trilobites y otros habitantes del lecho marino con la concomitante reducción en la depredación. Así mismo, este incremento en el secuestro de carbono orgánico debido a la fotosíntesis acentuó el evento SPICE que había iniciado un par de millones de años atrás. El evento MISS da robustez a la hipótesis de que estos tapetes microbianos en el Fanerozoico son oportunistas que emergen después de desastres ecológicos grandes.

            3 de febrero, los aglaspídidos

Los aglaspídidos son un grupo de artrópodos que aparece hace 500 millones de años (al inicio de esta semana) y que experimenta una gran diversificación durante la extinción del Dresbaquiense. Los aglaspídidos fueron inicialmente considerados como quelicerados debido a su semejanza con los xifosuros, que poseen un segmento en forma de espada al final de su cuerpo.

Los aglaspídidos parecen compartir un ancestro común con los trilobites, lo que sugiere que este grupo se originó a partir de un linaje de artrópodos del que no tenemos registro aún. Junto con los nektáspidos y los trilobites, los aglaspídidos forman parte del grupo Artiopoda, un grupo que comparte ancestro común con los quelicerados. El registro fósil de los aglaspídidos es muy escaso, siendo más abundante en el hemisferio norte (América del Norte, Chequia, Siberia, Suecia y China), con pocos representantes procedentes de la isla de Tasmania, Australia, en el hemisferio sur. Los aglaspídidos se encuentran en depósitos con gran abundancia de graptolites, un grupo de hemicordados.

Reconstrucción de Aglaspis spinifer, aglaspídido del Cámbrico de Missouri, Estados Unidos (CC BY-SA 2.5 por Stanton F. Fink).

            4 de febrero, los conodontos

Aunque los conodontos surgen durante el Cámbrico medio, todos los grupos de conodontos están presentes hacia finales del Cámbrico. La posición filogenética de los conodontos es incierta, pero representan uno de los linajes más primitivos de animales craneados. Los craneados son todos aquellos animales deuterostomados que poseen un cráneo de hueso y cartílago alrededor del cerebro y los órganos sensoriales cefálicos, como los ojos. Los mixinos (Myxini), las lampreas (Hyperoartia) y los vertebrados mandibulados o gnatóstomados (Gnathostomata). Estudios moleculares y anatómicos recientes han sugerido que las lampreas y los gnatóstomados forman parte del grupo de los vertebrados (Vertebrata). Los conodontos han sido interpretados ya como craneados primitivos o vertebrados primitivos.

El término “ciclóstomo”, boca en espiral, estuvo en uso a finales del siglo XX para referirse a los mixinos y las lampreas, debido a la forma distintiva de su boca. Si los conodontos tienen un ancestro común con los mixinos, el grupo de “ciclóstomo” se refiere a estos dos linajes, pero si los conodontos están asociados con las lampreas, entonces el término se vuelve sinónimo de los mixinos. Los mixinos son animales marinos con un cuerpo anguiliforme y colas en forma de remo, poseen un cráneo cartilaginoso y una boca rodeada de dentículos de queratina. Los mixinos carecen de ojos, pero tienen un cúmulo de células fotosensibles. Una de las características más distintivas de los mixinos es la producción de un limo mucoso de aspecto lechoso. Aparecen por primera vez en el registro fósil a mediados del Carbonífero.

Mixinos de la especie Eptatretus stoutii en el Acuario de Vancouver, Canadá (CC BY SA 3.0, Stan Shebs).


Las lampreas son animales marinos o dulceacuícolas anguiliformes que poseen vértebras de cartílago reducidas que son más comúnmente reconocidas por sus hábitos parasitarios, ya que su boca provista de dientes se aferra a organismos para alimentarse de su sangre. Sin embargo, de las 38 especies de lampreas, solamente 18 se han adaptado a este tipo de alimentación. Al grupo de las lampreas también se le conoce como Petromyzontida, ya que el género Petromyzon fue el primero del grupo en ser nombrado por Carl Linnaeus.  Petromyzontida incluye las lampreas y representantes fósiles, que aparecen en el Devónico.

Lamprea de la especie Lethenteron reissneri de los mares de Asia Oriental perteneciente a la familia Petromyzontidae. La imagen muestra los ojos seguidos por seis aperturas branquiales. La boca se encuentra orientada en posición ventral y las lampreas se caracterizan por sus dos aletas en la mitad posterior del cuerpo: la aleta dorsal anterior y la aleta dorsal posterior. En esta especie, la aleta caudal es de pequeño tamaño. Las lampreas poseen contracoloración: el color ventral se confunde con la superficie cuando el animal es visto por debajo y el color dorsal se confunde con el sedimento por arriba.

Esqueleto cartilaginoso de Petromyzon marinus encontrado en las playas de Carolina del Norte, Estados Unidos. El esqueleto muestra el plan corporal de los vertebrados: un cráneo seguido de discos vertebrales.

Durante el Cámbrico tardío aparecen todos los grupos de conodontos, por lo que en términos temporales los conodontos encajan como los ancestros de mixinos y petromizóntidos. Los conodontos son los primeros craneados en desarrollar biomineralización, la capacidad de producir tejidos con componentes minerales, como las conchas de los moluscos; los conodontos fueron, por mucho tiempo, reconocidos solamente por sus elementos dentales. Fue hasta la década de 1980 que los dientes de conodontos fueron asociados con los tejidos blandos. Esto permitió establecer la posición de los conodontos dentro del filo Chordata, ya que poseían aletas con radios, músculos en forma de cheurón y una notocorda. A mediados del Cámbrico aparecen los paraconodontos, considerados como los conodontos más primitivos; hacia finales del Cámbrico aparecen los proconodontos y los euconodontos. El grupo sobrevivió hasta finales del Hettangiense, Jurásico temprano.

Los primeros linajes, los protoconodontos, corresponden al linaje más primitivo, aunque hay quienes especulan que se trata de quetoñatos (filo Chaetognatha), animales protostomados depredadores marinos también conocidos como gusanos flecha. Los quetoñatos fueron considerados por mucho tiempo como deuterostomados, por lo que la asociación con los conodontos no era tan improbable; en 2017 y 2019, estudios moleculares confirmaron lo que algunas evidencias anatómicas respecto al desarrollo embrionario del sistema nervioso indicaban: los quetoñatos compartían un ancestro común con los filos Gnathostomulida, Micrognathozoa y Rotifera.

Un quetoñato (o gusano flecha) de la especie Spadella cephaloptera. La cabeza se encuentra hacia la derecha (se aprecian los ojos pequeños, ambos sobre la cara dorsal de la cabeza). Los quetognatos son animales transparentes con aletas horizontales en la porción posterior del cuerpo. A cada lado de la cabeza poseen espinas en forma de gancho que le permiten cazar. La cola les permite propulsarse con ondulaciones dorsoventrales (arriba-abajo) ya que usan las aletas como estabilizadores. 


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martes, 22 de febrero de 2022

Semana 4: 22 al 28 de enero - El mundo tras la explosión del Cámbrico

Fósil de Opabinia regalis del Esquisto de Burgess, en la colección del Smithsonian en Washington, D.C., Estados Unidos. Dominio público.


Parece irónico que lo que siguió a la gran explosión del Cámbrico haya sido una serie de extinciones, pero la extinción es un concepto del que sabemos relativamente poco en comparación con otros procesos, como la especiación. En el año 2014 se publicó el libro “La Sexta Extinción: una historia no natural” de Elizabeth Kolbert, periodista estadunidense, y el término saltó de la paleontología a la cotidianeidad.

Sabemos que la extinción es un proceso continuo aún si no tiene una tasa constante, pero no entendemos qué la gobierna. A esta extinción continua la llamamos extinción de fondo, y a pesar de su nombre, no es constante a través del registro geológico para todas las especies. Por ejemplo, podemos estimar que la extinción de fondo de las aves es que 1 especie se extinga cada 400 años, mientras que para mamíferos es cerca de 1 especie extinta cada 200. Durante el Cámbrico tenemos que cerca del 40% de las especies se extinguían entre época y época, por lo que la extinción de fondo era muy alta en comparación a la de hoy. Sin embargo, en el registro fósil encontramos evidencia de picos de extinción que claramente sobrepasan la extinción de fondo, las extinciones en masa.

Por ejemplo, en el último siglo hemos perdido 89 especies de mamíferos. La tasa de extinción que vemos de cara la extinción del 'Antropoceno' le hubiera tomado entre 2,000 y 10,000 años a la extinción de fondo actual. Por esa razón decimos que los humanos hemos causado ya una extinción en masa.

viernes, 21 de enero de 2022

Semana 3: 15 al 21 de enero - El fin de la Explosión del Cámbrico

Fotografía del yacimiento de los esquistos de Maotianshan, donde se han encontrado los fósiles de la biota de Chengjiang. Foto de Martin Smith, CC BY SA 4.0

Un Lagerstätte, vocablo formado por las palabras alemanas Lager, “almacén”, y Stätte, “lugar”, es un yacimiento donde los fósiles tienen un estilo de preservación muy detallado y donde hay evidencias de tejidos blandos. Existen dos tipos de Lagestätten, los Konzentrat-Lagerstätten (Lagerstätte de concentración) y los Konservat-Lagerstätte (Lagerstätte de conservación). Los Konzetrat-Lagerstätten son depósitos que tienen una gran cantidad de fósiles acumulados durante largos periodos de tiempo, como capas de osamentas. Debido a la gran cantidad de fósiles preservados, es posible obtener una idea sobre la estructura de las poblaciones. Los Konservat-Lagerstätten son depósitos de preservación excepcional donde el tejido blando y los icnofósiles son bastante comunes. Del Cámbrico se han encontrado varios sitios lagerstätten en esquistos bituminosos.

La palabra “esquisto” viene del griego σχιστός, skistós, que significa “separado” y se refiere a rocas que tienen una textura laminar, es decir, que es fácil separar las rocas en láminas delgadas. La pizarra, por ejemplo, es una roca con textura de esquisto, que se forma debido a la compresión de la corteza terrestre. La pizarra es un esquisto metamórfico, ya que las rocas se formaron gracias a presiones y temperaturas grandes. Hay otros esquistos que no han sido modificados, los esquistos sedimentarios, que se forman de sedimentos arcillosos con minerales laminares. En los esquistos bituminosos, un tipo de esquisto sedimentario, se produce el gas natural que puede ser extraído mediante fracking.

Los esquistos bituminosos se forman a partir de lodos con sedimentos muy finos con poros que permiten la preservación de materia orgánica, a menudo referidos por su nombre en inglés, shale. Por esa razón, los esquistos bituminosos tienen la capacidad de preservar fósiles de tejidos blandos, de suerte que los formados durante el Cámbrico medio nos han permitido tener ventanas hacia los mares de hace 520 millones de años y la evolución animal.

viernes, 14 de enero de 2022

Semana 2: 8 al 14 de enero - El 'Tommotiense'

Mapa del Tommotiense (hace 530 Ma), mostrando los dos grandes continentes (Laurencia, en rojo) y Gondwana (en amarillo). Gondwana, que previo a la formación de Pangea ocupa el hemisferio sur, se extiende de norte a sur. En las porciones en amarillo se encuentran trilobites del orden Redlichiida, mientras que en los demás continentes se encuentra el orden Olenellida. La "A" representa los arrecifes de arqueociátidos. Reconstrucción tomada de Meert (2012). CC BY SA 2.0

El Cámbrico durará, en nuestro recuento, 38 días; entre la extinción de los dinosaurios y hoy habrá 44 días. El periodo Cámbrico tiene una duración del 86% de la era Cenozoica, por lo que la “explosión del Cámbrico” tomó una buena cantidad de tiempo aún si sucedió de manera repentina. A finales de la Segunda Guerra Mundial, investigadores soviéticos descubrieron en Siberia una secuencia detallada de los eventos del Cámbrico temprano en una llanura, sin los pliegues que distorsionaron el Cámbrico galés. El equipo de investigadores fue liderado por el ruso Alexi Rozanov del Instituto Paleontológico de Moscú. El hallazgo más sobresaliente fue la descripción de la proliferación de conchas muy pequeñas, la fauna con pequeñas conchas, que remplazaban la idea de un evento explosivo por uno más gradual en el que los animales generaron todos los planes corporales que existen en la actualidad. El nombre Tommotiense es utilizado en la estratigrafía de Siberia.

sábado, 1 de enero de 2022

Semana 1: 1 al 7 de enero - El Fortuniense

Escena del Cámbrico, por Zdenek Burian (1905).

Prólogo

Es difícil imaginarnos los mares sin los habitantes actuales, en un tiempo en el que las conchas, los cangrejos o los peces no existían. El Ediacárico, el último periodo de lo que de manera informal se conoce como el Precámbrico, termina con un océano donde buena parte de la fauna a la que estamos acostumbrados no ha evolucionado aún.

Algunos grupos de animales que existen en la actualidad ya tenían formas que nos son reconocibles en estos mares del Ediacárico, como lo son los poríferos (esponjas), los cnidarios (medusas, corales y anémonas), los placozoos (animales con la estructura más simple) y los ctenóforos. El resto de los grupos de animales que abundan en los océanos no ha evolucionado aún, y en su lugar tenemos criaturas cuyas formas aún desconocemos, pero que representan los ancestros de los linajes que vendrán. Todos los demás animales tienen un sistema digestivo distintivo y un aparato excretor para controlar los niveles de nitrógeno en su sistema; por esa razón reciben el nombre de nefrozoos, “animales con riñones”. Los riñones como tal no han surgido aún, pero tenemos las bases celulares de lo que serán los riñones en los vertebrados.

En estos mares hay dos tipos de nefrozoos, aquellos animales donde, durante el desarrollo embrionario, el tubo digestivo se abre por la boca, los protostomados, y otros en los que el tubo digestivo se abre por el ano, los deuterostomados. La mayor parte de los animales pertenecen al primer grupo, el de los protostomados, mientras que los deuterostomados son un grupo más reducido, que incluye solamente a los equinodermos, los hemicordados y los cordados. En el Ediacárico los protostomados, que surgen alrededor de hace 610 millones de años, se dividen en dos grandes grupos, los ecdisozoos, animales que mudan la cutícula externa conforme crecen (proceso conocido como ecidisis), y los espirales, cuyo desarrollo embrionario inicia con una división celular sucesiva en un patrón espiral.